¿Qué pasaría si pudiera reducir sus facturas de electricidad y prolongar la vida útil de su maquinaria sin siquiera tocar un interruptor de luz? Muchas empresas están pagando un impuesto oculto sobre su energía, y todo se reduce a un problema llamado factor de potencia bajo. Esta es una medida de la eficiencia con la que su equipo eléctrico utiliza la energía que consume. Cuando su factor de potencia es bajo, está pagando por energía que en realidad no realiza ningún trabajo útil.
Las señales de un factor de potencia bajo a menudo están justo frente a usted, pero pueden ser fáciles de pasar por alto si no sabe qué buscar. Aquí hay cinco señales comunes de que un factor de potencia bajo le está costando dinero y poniendo en riesgo sus operaciones.
Esta suele ser la señal más obvia. Revise una factura de electricidad reciente. ¿Ve un concepto como “potencia reactiva”, “kVAR” o una “penalización por factor de potencia”? Si es así, le están cobrando directamente por su ineficiencia.
Incluso si no ve un cargo específico, un factor de potencia bajo puede llevar a un mayor consumo de energía en general porque su sistema eléctrico trabaja más de lo necesario. Si sus facturas parecen inusualmente altas, podría ser una señal de advertencia.
¿Ha notado que ciertas máquinas o tableros eléctricos están inusualmente calientes al tacto? Un factor de potencia bajo aumenta la corriente que circula por su sistema eléctrico, lo que genera exceso de calor. Esto puede provocar que motores, transformadores y cables se sobrecalienten.
El calor constante ejerce una enorme presión sobre su equipo, reduciendo su vida útil operativa y aumentando el riesgo de fallas inesperadas.
Un factor de potencia bajo puede causar caídas de tensión en su planta, especialmente cuando se enciende maquinaria pesada. Estas caídas de voltaje pueden hacer que los motores funcionen más lento, que las luces parpadeen y que la electrónica sensible falle.
Aunque las caídas de tensión pueden tener otras causas, si ocurren con frecuencia y sin explicación clara, es una fuerte señal de que un factor de potencia bajo está comprometiendo la estabilidad de su suministro eléctrico.
¿Sus máquinas están funcionando más lento de lo que deberían? ¿Tiene dificultades para cumplir con sus cuotas de producción? Los efectos de un factor de potencia bajo pueden impactar directamente el desempeño de sus motores eléctricos.
Cuando los motores no reciben el voltaje y la corriente adecuados, no pueden operar a máxima eficiencia. El resultado es menor producción, reducción de torque y una caída general en el rendimiento, lo que afecta directamente a sus ganancias.
Si utiliza un sistema de gestión energética o participa en un programa que mide la eficiencia energética, una puntuación constantemente baja puede ser una gran señal de alerta.
Muchos indicadores de eficiencia están directamente relacionados con qué tan bien su instalación utiliza la energía que toma de la red. Un factor de potencia bajo reduce esas calificaciones, dando la impresión de que toda su operación es ineficiente, incluso si algunas máquinas funcionan correctamente.
En última instancia, estas cinco señales apuntan a un solo problema: su sistema eléctrico está trabajando más, calentándose más y funcionando menos eficientemente de lo que debería. Ignorarlas no solo significa facturas más altas, sino también un riesgo para la rentabilidad de su negocio y la vida útil de sus valiosos activos.
No deje que un factor de potencia bajo drene sus ganancias. Dé el primer paso hacia una operación más eficiente y comience a reducir sus costos de energía hoy mismo.
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